Han pasado los días y los meses así como el tiempo de la cosecha. El viento a pintado de rojo y amarillo las hojas del huerto anunciando la llegada del otoño.
Las actividades en el refugio han cambiado un poco por el cambio de estación ya que comienza a hacer frío.
Nuestro huerto se encuentra casi vacío, ya sólo quedan muy pocas cosas para recoger unos cuántos tomate, unas cuantas hojas de menta, unas pocas manzanas y una calabaza que asimiló y resumió el esfuerzo que emplearon los viejos, pesaba unos 7 kilos. Estaban en verdad felices y sorprendidos al verla.
Ahora la única actividades que nos queda en el huerto es el recolectar semillas y esperar la primavera.
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