Al inicio de este mes hemos comenzado los preparativos para la navidad. Tanto viejitos como trabajadores del refugio han puesto mucho empeño para está fecha tan representativa.
Cada unos de los adornos han sido con la ayuda de los viejitos; hacer el pesebre, el árbol hasta los centro de mesa para la cena.
Me siento muy contento de compartir estas fiestas con ellos, aunque estoy lejos de casa me encuentro muy cercano a mi familia en Italia, El Refugio.
Resulta difícil aceptar lo rápido que pasa el tiempo, es casi un año que estoy aquí y me parecen solo días.
En el Refugio hemos comenzado a hacer el calendario para el 2014 junto a mis viejos.
Recopilamos foto de las actividades realizadas en el anterior invierno, la primavera, el verano y el otoño. Puedo aceptar que las veía con mucha melancolía y a la vez con alegría de haber compartido con ellos tantas cosas.
Pero aún no ea tiempo de despedirse y eso me consuela.
Así como las actividades del refugio son divertida y gratificante de la misma manera es tomar las maletas y salir a conocer el país.
Italia está llena de historia que cada ricón visitado es especial y sorprendente.
En el verano salimos a conocer Venecia, Florencia y Roma. Claro está que no estoy acostumbrado a caminar bajo 40 grados, pero de eso se trata época viajar, estar dispuesto a todo.
Estas tres ciudades son sorprendentes pero Florencia fue la que más me gusto. El ambiente era el apropiado para no querer irse o la gana de regresar, cada plaza está con diversos músicos. Así que sí uno quería sentarse a descansar un momento disfrutaba de buena música.
Fuimos invitados a casa de Magdalena por su cumpleaños. Magdalena reside en el refugio sólo la temporada de invierno luego regresa a su casa en Torre Pellice.
Fue muy agradable volver a verla para invitar a sus amigos de refugio para su cumpleaños.
Lamentablemente no pudieron ir todo pero fueron los que más compartían con ella.
Al llegar a su casa nos recibió muy contenta y con una mesa llena de bocadillos. La reunión fue al aire libre.
Conversaban recordando de sus tiempos de juventud hasta que llegó el pastel. Luego nos invitó a dar un paseo por su jardín y huerto, los cuales eran realmente bonito y llenos de color.
Luego todo se sentaron a seguir conversando y empezó la entrega de regalos.
Han pasado los días y los meses así como el tiempo de la cosecha. El viento a pintado de rojo y amarillo las hojas del huerto anunciando la llegada del otoño.
Las actividades en el refugio han cambiado un poco por el cambio de estación ya que comienza a hacer frío.
Nuestro huerto se encuentra casi vacío, ya sólo quedan muy pocas cosas para recoger unos cuántos tomate, unas cuantas hojas de menta, unas pocas manzanas y una calabaza que asimiló y resumió el esfuerzo que emplearon los viejos, pesaba unos 7 kilos. Estaban en verdad felices y sorprendidos al verla.
Ahora la única actividades que nos queda en el huerto es el recolectar semillas y esperar la primavera.
Cada lunes y jueves voy a dar un paseo con Salvatore Nesci. Me espera cada mañana puntual a las 10, cogemos el automóvil y salimos a buscar un lugar donde tomar un café. Por lo general vamos a un pueblo cercano llamado Bicherasio, él pide un café, un vaso de leche tibia y una pasta, yo por mi parte sólo un café.
Ese es un momento en que conversamos o los dos guardamos silencio, Salvatore es una persona de pocas palabras pero brinda una buena compañía.
Al terminar vamos a dar una vuelta, ver un río, ver la ciudad desde lo alto de la montaña o conocer un pueblo nuevo, donde más de una vez nos hemos perdido en él camino. Aparte medio día regresamos para él almuerzo.
Hace tres semina hemos estado preparando en cada núcleo unos pastelillos que son típicos en las merienda inglesas. Están hechos a base de arina, leche, levadura, azúcar, mantequilla, pasas y una vez salido del horno se los unta con mermelada.
Es muy agradable verlo ya que esto ayuda mucho a su motricidad al momento de manipular la pasta y al introducir cada ingrediente.
Y cada uno se pone su respectivo delantal para iniciar.
